We’ve all heard of the Golden Rule — no, not the “do unto others” law that Jesus spoke of in the New Testament — I’m referring to the more well-known “He who has the gold, makes the rules” one. In this case, the one with the gold is Tagg Romney
Tagg is managing partner of Solamere Capital, which is a subsidiary of financial firms owned by Allen Stanford, a guy doing 110 years behind bars for an $8 billion Ponzi scheme. Solamere is tied to many private equity-owned firms, one of which is HIG Capital’s Hart Intercivic, a voting machine company whose products will be used in Ohio on Nov. 6. This is worse than when the owner of Diebold, who makes easily-hackable voting machines, promisedto deliver Ohio to George W. Bush in 2004.
In a nutshell, the budding vulture capitalist Republican son of the vulture capitalist Republican running for president is part-owner of voting machines in a state that is a must-win for any Republican seeking the presidency. By any reasonable standard, this conflict of interest is cause for an investigation by the Federal Election Commission, the FBI, and is a national security concern for the Department of Homeland Security, all of which have a mandate to ensure that vote counts will not be tampered with on Election Day.
When you combine this troublesome detail with the many new unfair voter ID laws around the United States that are estimated to disenfranchise millions of Democratic-leaning voters on election day, this election could very well be a farce. Far-right politicians in Ohio, Virginia, Arizona and Florida have done their very best to suppress the Democratic vote by purging voter rolls, giving Latino voters wrong information on when to vote, and even adjusting early voting rules to favor Republican-leaning counties over Democratic-leaning counties.
The threat of a farce election is so great that lawyers for the ACLU, NAACP and other advocates have asked UN observers to come to the beacon of democracy, the United States, and monitor our elections. This is in response to a Houston-based group called True The Vote that trains thousands of volunteers in a pledge to stop “voter fraud,” largely through aggressive intimidation tactics. True The Vote’s strategy is basically to give copies of voter rolls to poll-watchers, and encourage them to relentlessly question election officials when someone comes into a polling location whom they don’t think should be there. While partisan groups like True The Vote are crying “voter fraud” as their excuse to make it harder for students, seniors, people of color, poor people and other traditionally left-leaning constituencies to go vote, the only acts of voter fraud that actually occur are being committed by the far-right.
We need to be just as aggressive in demanding accountability for the crooks who are trying to rig this election in their favor as often as possible, before we’re stuck with an illegitimate presidency and arguing over a few hundred votes in rigged courts.
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América: Tierra de Elecciones nebulosas Huffington Post
Por Carl GibsonSi un país se proclamó como el abanderado de la democracia en todo el mundo, mientras que un hijo de uno de los candidatos presidenciales del país es dueño de las máquinas de votación en un estado conocido por elecciones nubulosas, tomaría usted las afirmaciones de ese país en serio? ¿Creería usted afirma que la nación de amor a la democracia si un equipo de observadores de la ONU fueron enviados a los lugares de votación de esa nación durante la jornada electoral para supervisar un grupo de votantes –partidista de intimidación? Todos hemos oído hablar de la regla de oro - no, no es el "hacer a los demás" ley que habló Jesús en el Nuevo Testamento - Me refiero a la más conocida "El que tiene el oro hace las reglas" uno. En este caso, el que tiene el oro es Tagg Romney, hijo del candidato presidencial Mitt Romney. Tagg también recientemente fue noticia después de decir que quería "dar un giro" al Presidente de los Estados Unidos para llamar a su padre un mentiroso. Tagg es socio gerente de Solamere Capital, que es una filial de las entidades financieras de propiedad de Allen Stanford, un individuo que hace 110 años tras las rejas por un esquema Ponzi $ 8 mil millones. Solamere está ligado a muchos privados de propiedad equidad empresas, una de las cuales se HIG Capital Intercivic Hart, una compañía de máquinas de votación, cuyos productos serán utilizados en Ohio, el 6 de noviembre. Esto es peor que cuando el dueño de Diebold, que fabrica máquinas de votación fácilmente hackeables, se comprometió a entregar Ohio a George W. Bush en 2004. En pocas palabras, el buitre capitalista en ciernes hijo republicano del buitre capitalista funcionamiento republicano a la presidencia es uno de los dueños de las máquinas de votación en un estado que es una obligación de ganar para cualquier republicano buscar la presidencia. Por cualquier estándar razonable, este conflicto de intereses es motivo de una investigación realizada por la Comisión Federal Electoral, el FBI, y es un asunto de seguridad nacional para el Departamento de Seguridad Nacional, todos los cuales tienen el mandato de velar por que voto cuenta no será manipulado en el Día de las Elecciones. Cuando se combina este detalle molesto con las muchas nuevas leyes injustas de identificación de votantes en todo Estados Unidos, que se estima que privar a millones de votantes demócratas de tendencia durante la jornada electoral, esta elección podría muy bien ser una farsa. Los políticos de extrema derecha en Ohio, Virginia, Arizona y Florida han hecho su mejor esfuerzo para suprimir el voto demócrata purgando padrón electoral, dando a los votantes latinos información incorrecta en el momento de votar, e incluso el ajuste de las reglas de votación anticipada a favor de tendencia republicana condados más Democrática de tendencia condados. La amenaza de una farsa electoral es tan grande que los abogados de la ACLU, la NAACP y otros activistas han pedido a los observadores de la ONU para llegar a la baliza de la democracia, los Estados Unidos, y controlar nuestras elecciones. Esto es en respuesta a un grupo con sede en Houston llamado True El voto que entrena a miles de voluntarios en la promesa de dejar de "fraude electoral", principalmente a través de tácticas de intimidación agresivos. El voto verdadera estrategia es básicamente dar copias de los padrones electorales a los observadores electorales, y animarles a cuestionar sin descanso los funcionarios electorales cuando alguien entra en un centro de votación al que no creo que debería estar allí. Mientras que los grupos partidistas como True El voto están llorando "fraude electoral" como excusa para hacer más difícil para los estudiantes, personas mayores, personas de color, los pobres y otros grupos interesados tradicionalmente de izquierda a ir a votar, los únicos actos de fraude electoral que en realidad ocurren son cometidos por la extrema derecha. Tenemos que ser tan agresivo en exigir rendición de cuentas por los ladrones que están tratando de amañar esta elección a su favor siempre que sea posible, antes de que nos quedamos con una presidencia ilegítima y discutiendo por unos pocos cientos de votos en los tribunales amañados.
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